Evita es para mi, lo que siento por ella
Nunca resulta sencillo hablar de Eva Duarte de Perón, amada y venerada por muchos y discutida por otros. Pero lo que no podemos negar es la trayectoria que ha conseguido esta mujer y hasta donde la lleva día a día la gente, entre ellos argentinos y extranjeros. Se ha escrito su biografía desde distintos lugares, llámese por interés personal, como trabajos prácticos o académicos, mucha gente habla “algo” de Evita. Tal vez como es en mi caso, que siento una necesidad de imitarla, de seguirla, de tratar día a día de trabajar su legado, su lucha por la igualdad, por los desprotegidos o los “descamisados” como se la conoce mundialmente.
Eva Duarte, nació el 7 de Mayo de 1919 en Los Toldos (Provincia de Buenos Aires). Evita, hija de Juana Ibarguren y Juan Duarte. Cuando detuvieron a Perón y fue liberado el 17 de Octubre, “la Señorita Radio” con 26 años movilizó a los sindicatos y así obtuvo la liberación del General Juan Domingo Perón. No olvidemos el contexto, en 1945 una mujer era escuchada por miles de hombres y se unían a la misma causa ¿Lo podía hacer cualquier mujer? El 10 de diciembre de 1945, Evita se casa con Perón en la iglesia de San Francisco de la ciudad de La Plata, hoy monumento histórico provincial declarado en 1975 y restituido en la gestión de gobierno de Antonio Cafiero en 1990. Por nombrar datos históricos que se encuentran en muchas y distintas biografías escritas sobre la vida de Eva Duarte de Perón, Evita.
Cuando leo o escucho la frase que pronunciara Eva Duarte de Perón “Volveré y seré millones”, siento que vuelve siempre, en millones de argentinos que sentimos el compromiso de completar siempre su obra y lucha perpetua e itinerante, siento su legado presionar mi pecho y volcarme hacia los que más necesitan. Como en aquel momento que me convocaron a participar en la gestión del actual Intendente Juan Pablo de Jesús, desde el Concejo Deliberante, asumí el compromiso pensando muchas veces en las obras de Evita. Por esta mujer tan grande, mujer que veo en mi madre, esposa, hija, amigas y compañeras, que genera en mi el ánimo de una lucha comunitaria, pensando en todos, como lo hacía Evita. Esa lucha por defender las ideas, esa convicción que la llevó a estar junto al General aquel 17 de Octubre de 1945.
Evita es la huella indeleble que surca la esencia de cada luchador que pelea por su pueblo, buscando el bienestar colectivo. Evita es en millones de argentinos una mujer que supo, en su corta vida, dejar el compromiso de seguir su lucha, que no era de ella, lucha que le producía un volcán de ira cuando no la entendían, porque sentía que con los pobres y desprotegidos no se podía perder tiempo en estupideces. Tal vez porque ella sabía de donde venía, porque su memoria y conciencia prodigioja, no le había borrado de su mente el frío, el hambre y esa necesidad de hacer algo por el otro.
Evita una mujer para tenerla viva siempre. Quien siente esto, no puede tenerla solo en un cuadro o en un libro. Quien siente a Evita en sus entrañas, va por su obra interminable: La lucha por un argentino y una Argentina mejor.
Alberto Smith
Soy poco de admirar un todo en alguien, pero la Vida y Obra de Evita es la Luz que ha guiado casi toda mi existencia.
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